en una oscura noche, regadíos
y huertos de frutales a orillas del mar.
Así llegamos a esta tierra
que hemos de arar desde que sale el sol
hasta la brisa del anochecer.
Hoy, desde la muralla, cuando caen las sombras,
pienso si no habrá sido, la vida que se escapa,
como cruzar de noche
un dulce naranjal que hemos ignorado.
Nocturno en Cirene. Joan Margarit
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