domingo, 27 de febrero de 2022

HAY UN TIEMPO PARA TODO

La huella de la piel. Collage de papel. @unalunitagranate

Hay un tiempo para todo, se dice. Y así es. No me duele la edad, la disfruto, me encuentro cómoda en ella, me gusta esta etapa, pero es como vivir contemplando al mismo tiempo lo más grande y lo más pequeño. Esto debe ser envejecer, ser consciente, sentirse, sentirse mayor.

Me gustó un video de FORO TELOS 2021 de Fundación Telefónica en el que charlan la escritora Ana Freixas, autora del libro "Yo, vieja" y Carme Valls, política y doctora, reivindicando la vejez sin traumas ni negativismos. Carme dice que con los años ganamos en lucidez, citando para defender esta realidad, tanto a María Zambrano como distintos estudios médicos que lo demuestran. Quiero ser así, mayor y activa, optimista y gozosa con mi vida de vieja. 
La belleza de las flores ajadas. Inma Díaz

En otro de los libros que leo ahora, muy sugerente, se dice: "Hay diferencia entre vejez y ancianidad. No es cosa de edad, sino de estado de salud física y mental... Los viejos pueden mantener su independencia, pero los ancianos necesitan asistencia y vigilancia hasta que llega un momento en que son como niños". Se trata de "El amante japonés" de Isabel Allende, que sitúa el transcurso del relato en una residencia geriátrica muy particular.

Ahora que camino hacia la vejez me apetece ir tomando nota de lo que me gusta y me enriquece: por eso escribo aquí, para contar y contarme, es como llevar un diario.
El imperio de las nubes. Inma Díaz



miércoles, 16 de febrero de 2022

QUÉ SUERTE PODER LLORAR!


Socorro y Rea meriendan juntas en su paraíso. Collage manual. @unalunitagranate

En este tiempo el sol, limpio y fuerte, enérgico, se cuela hasta la chimenea inundando de luz el salón-estar-cocina. Hoy han bajado las temperaturas, ya casi primaverales, hasta los seis grados, pero hacia el mediodía rozaremos casi los veinte: estos días de invierno sin nubes son así. Hace mucho que no llueve.

Inma Díaz

Anoche soñé con mi madre y con mi perra Rea. Mejor dicho, soñé con su ausencia, hablé de ellas como si estuvieran en mi día a día, inquieta por ellas y por su vejez inapelable, las busqué, iba a su encuentro: continuaba cuidándolas en sueños, Qué cosas, cuánto guarda nuestra mente. Y nuestros ojos, también ellos atesoran lágrimas para regar los más dulces recuerdos.

Qué suerte poder llorar!


Si pudiese explicarte mi isla, ese lugar
donde deseaba encontrarme cada día con el sueño.

(Ofrecimiento. Joan Margarit)


domingo, 13 de febrero de 2022

ARCOIRIS

 Palillos de la ropa, pinzas.
La belleza de lo cotidiano, de lo simple, de lo que usamos todos los días.
 Basta con mirar bien.
 
Está ahí, esperándonos.

Y LA ALEGRÍA ESTABA ASEGURADA

Cielo nuboso en La Tercera. Inma Díaz

A vueltas con el paso del tiempo, escuché ayer un precioso poema de Fernando Pessoa, "Aniversario", gracias al Episodio 36 "Descubriendo las caras de Fernando Pessoa" de POESÍA PODCAST. Este invento de los podcats es genial, porque la diversidad de contenidos es tal que siempre encuentro placer en la escucha de muchos de ellos, principalmente cuando hago tareas manuales o, por la noche, ya en la cama, donde en vez de leer antes de dormir, "escucho antes de dormir". 

El primer verso del poema que recomiendo, por su belleza y por su rotundidad, por su tajante verdad, es "En el tiempo en que festejaban el día de mi cumpleaños". Y claro, así es: nuestro cumpleaños empiezan a festejarlo otros, nuestros padres, nuestra familia, nosotros somos la estrella invitada, por así decirlo, protagonistas pero no preparadores de la fiesta. 

El segundo verso "yo era feliz y nadie había muerto" es contundente: éramos felices, porque éramos inocentes, porque todavía la muerte no nos había tocado con su zarpazo, porque el mapa de nuestra vida estaba entero todavía.

Al ir desapareciendo las personas que festejaban nuestro cumpleaños, cumplir años es siempre un acontecimiento feliz, pero también triste... y así me acuerdo de otro poeta, mi querido Benedetti, cuando decía aquello de "alegre de veras, es decir casi triste", en el relato "Hoy y la alegría".

Collage manual. Invitación a mi 60 cumpleaños. Inma Díaz. @unalunitagrante

En el tiempo en que festejaban el día de mi cumpleaños,
yo era feliz y nadie había muerto.
En la casa antigua, incluso mi cumpleaños era una tradición de siglos,
y la alegría de todos, y la mía, estaba asegurada... 

(Aniversario. Fernando Pessoa)

Foto familiar. Inma Díaz

sábado, 12 de febrero de 2022

viernes, 11 de febrero de 2022

TODAS HIEREN, LA ÚLTIMA MATA

Atardecer con nubes. Inma Díaz

Experimento un deseo de valorar la vida y sus distracciones de forma más intensa a cómo lo hice hasta ahora; eso con las ocupaciones que me agradan, con las que me apasionan menos o nada, el deseo es el opuesto: ningunearlas lo más posible. O, como diría Bartleby, preferiría no hacerlas. Este libro, Bartleby el escribiente, es una joya extraña, aparentemente sin pulir, con muchas facetas, difícil, pero emocionante. Recordé ahora esta lectura, aunque no es de ella de la que quiero hablar, sino de "Un domingo en Ville-d'Avray" de Dominique Barbéris, la que me ocupa actualmente. Otra joya, es decir, libro pequeño y denso, conmovedor. 
Encuentro aquí, por primera vez, la expresión "el tiempo como herida", el sentimiento doloroso del transcurso de las horas que, una tras otra, nos van hiriendo implacablemente. Creo que así me siento yo desde hace unos años, pocos, tres quizá, más intensamente desde hace uno. Para expresar este dolor del paso del tiempo, Dominique trae a colación el recuerdo del viejo acertijo grabado en un reloj de sol romano: "todas hieren, la última mata", refiriéndose a las horas que de forma ineludible e inaplazable nos van dejando, segundo a segundo, el corazón en carne viva.

Tres manzanas cayeron del cielo, collage manual, boceto. @unalunitagranate




 

HAY UN TIEMPO PARA TODO

La huella de la piel. Collage de papel. @unalunitagranate Hay un tiempo para todo, se dice. Y así es. No me duele la edad, la disfruto, me e...